
Poco más de tres meses tuvieron que pasar para reencontrarme con uno de los placeres que más gozo en la vida, como lo es escribir y decir con letras lo que a veces me es imposible explicar con palabras. A veces la inspiración con la que día a día me llevo a visitar mucho este espacio, un día como por arte de magia, desapareció, se fue sin decirme nada, y no sé cuándo regresará.
A veces uno se quiere hacer el valiente o al que no le pasa nada, el que quiere aparentar que todo está bien, aunque uno en la intimidad de su cuerpo, de su ser, en la intimidad de su cuarto, donde nadie lo puede ver, sabe lo que realmente siente y lo que realmente es.
Las adversidades y los reveses que da la vida, son para crecer, para no volver a tropezar y para hacerse más fuerte, aunque a veces uno no entienda como salir del hueco en el que está metido.
En todo este tiempo he hablado con mi amigo “Emiliano” y lo que siente es totalmente a lo que aparenta. Me ha hablado de muchas cosas, que no son fáciles de contar a alguien, pero que encontró su desahogo conmigo.
Hace unos tres meses, tuvo una de las noches más difíciles de toda su vida, me contaba que alguien muy importante en su vida lo había invitado a su cumpleaños, el, por lo que había vivido con ella, y porque era muy reciente, no sabía si ir o no ir, pero bueno a veces el corazón te hace hacer cosas que no piensas con la cabeza, y mi amigo fue, pensado quizás en su subconsciente poder esa noche arreglar las cosas con ella y de alguna forma, intentarlo de nuevo. Que iluso mi amigo “Emiliano” en esa noche, que ni siquiera pensaba e imaginaba que sería una de las noches más incomodas de su vida, teniendo a la persona que quiso durante mucho tiempo con otra persona, que difícil no expresar nada, que difícil aguantarse el sentimiento, que noche tan más complicada…
Los problemas no acababan y “Emiliano” ya no se sentía cómodo estando en el lugar donde ha estado mucho tiempo, por lo que se vio obligado a irse de ese lugar, para no sufrir, para no ver a la persona que más quiere estar con otra persona. A un paso de que él se alejase por completo de ese lugar, una noticia hace que su futuro, que no se si llamarlo destino, hace que todos sus planes se vayan a bajo, y siga en el mismo lugar.
Haciendo un flash back, hace unos meses a mi amigo “Emiliano” estuvo en una situación similar pero del otro lado de la moneda, encontró a alguien con quien compartir su vida, encontró a alguien que lo hacía feliz, y el, por respeto a la persona con la que estaba que es la misma que quiere tanto, prefirió alejarse de la persona que lo hacía feliz, y quedarse con ella, por miedo, respeto o como se le quiera llamar a ese sentimiento, la diferencia, la pequeña gran diferencia, es que a la persona que estuvo en su lugar a la hora de tomar esa decisión, no se tentó el corazón para dejarlo.
Tiempo después y ya viendo a mi amigo un poco más recuperado de lo que paso se dio cuenta de un cosas que no sabe cómo explicar.
A la persona que más quiere o quiso, cuando él estuvo mal ella, inexplicablemente está ahí, y es que me sorprende que ella en el peor momento de mi amigo este, quizás porque nunca espere nada ella, no lo sé, y honestamente no se que quiera ella de mi amigo, por una parte el quiere alejarse de ella, porque le genera un daño, pero a la misma vez no quiere dejar de verla, de escucharla, de lo que sea, con tal de compartir unos instantes de su vida, porque algo me dejo mi amigo muy en claro: “ yo sé que si ellas es feliz con la otra persona, daré un paso al costado, pero cuando sé que es totalmente lo contrario, dicho por ella, no sé qué hacer, no sé qué pensar, no sé cómo cerrar ese capítulo en mi vida.
Cuando vi a mi amigo Emiliano decirme todo esto, me dejo sin palabras, y solo le preste mi hombro para que se desahogara…
Ahora Emiliano intenta empezar de cero, y quiere rehacer su vida, pero se pregunta todos los días… ¿ Y si fuera ella?